por F. Paredes | 13 Oct, 2017 | Padres
El miedo es uno de los bálsamos perfectos, para no hacer las cosas que deseas hacer con todo el alma.
El miedo que en cualquier ser vivo es necesario como emoción, pues es la base de la supervivencia y de la adaptación al entorno, sin control se convierte en una anestesia propicia para no iniciar proyectos, para no pedirle un beso a la chica que siempre te gustó o para no aprender a tocar el piano porque eres demasiado mayor.
Claramente hay dos tipos de personas: aquellas que lo controlan y aquellas que no. Así de simple. Pues tenerlo lo tenemos todos. La cuestión es saber detectarlo, observarlo y saber hacer de él un buen consejero y no un buen dictador.
El autismo crece y se hace enorme tomando batidos de miedo que reparte a diestro y siniestro entre padres, docentes, profesionales, políticos y en la población en general.
¡Al autismo le tenemos miedo! Le tengo miedo yo y tú.
¡Y es humano! Pero hay que saber controlarlo. El miedo que de por si es capaz de hacerse hueco en tu mente a base de meter los codos y desplazar otras emociones como la alegría, la pasión o el amor, se hace casi ingobernable cuando se pone el traje de la DESINFORMACIÓN y camina por el territorio de lo que para ti es desconocido. Ante un hecho sobre el que no estás informado y no sabes nada de él, el miedo te asalta por la espalda tumbándote en el primer asalto por K.O.
Ante el autismo, sólo queda información. Queda que te formes, que empieces a entender cómo la persona con autismo se comunica, cómo expresa sus emociones y cuáles son los motivos principales que mueven sus comportamientos que a veces rompen la normalidad a la que todos estamos acostumbrados.
Otro hecho donde el miedo surfea con magistral maestría es en las olas del cambio de rol. Cuando se produce en el ser humano un cambio de rol para el que no estabas preparado, el miedo aparece con su tabla de surf, con su bañador y con su cara bien bronceada.
Cuando hoy vas a ser padre de un niño normal y mañana te conviertes de repente en padre de una persona con autismo, el miedo disfruta porque sabe que le toca vivir un día perfecto con olas perfectas para hacer su trabajo de manera perfecta. Ante este cambio de rol, sólo te queda formarte de las cosas negativas y positivas que conlleva este nuevo rol.
¡Información! te hace falta información de lo nuevo que te ha tocado vivir. Solamente de esta forma podrás coger tú también tu tabla y sortear al lado del miedo e intentar que el primero que se caiga en una ola sea él y no tú.
Ante el miedo, tranquilidad, información y control. Porque matar el miedo no podrás. El secreto es ganarle pequeña batallas y hacer de él un compañero en la batalla diaria; de esta forma te dará cautela a la hora de tomar decisiones y conseguirás no tomarlas de manera suicida y con consecuencias negativas para ti y los que te rodean.
¡El miedo es necesario! como necesario es que nosotros lo sepamos controlar.
Y sobre todo ten miedo de los malos, pero no tengas miedo de una persona con un autismo; una persona con autismo nunca lo es.
– Reflexiones de un autista.
Fotografía: David Martín
por F. Paredes | 10 Oct, 2017 | Padres
Si me hubieran preguntado exactamente hace 7 años y medio, ¿quién era? Me hubiera definido por mi trabajo, mi familia, mis hobbies, en fin como suele hacerlo cualquier padre de este nuestro querido mundo.
Sin embargo, cuando a tu hijo le diagnostican autismo, TODO CAMBIA, amigo, TODO CAMBIA.
Todavía hay gente que no tiene hijos, y pregunta ¿Si tienes un hijo te cambia la vida? Y ahí algunos de los que tenemos hijos mentimos sin intención o porque simplemente se ha tenido la capacidad de ser padre y aceptarlo como el momento más feliz de tu vida. Como debe ser.
Pero amigo, si tienes un hijo PUES CLARO QUE LA VIDA TE CAMBIA. Y si tienes un hijo que es una persona con autismo, es el CAMBIO del CAMBIO. Jamás tu vida va a ser igual y lo más importante nunca será como te la habías imaginado con un hijo neurotípico.
Para mi existe, una gran diferencia entre ser padre o ser padre de una persona con autismo. Mientras la paternidad es elegida (quitando casos que no son objetos de este blog), ser padre de una persona con autismo no se elige. Al mundo del autismo llegas con un empujón repentino que te da la vida y que hace que se te caiga el café que llevabas en la mano y seguramente hasta beses el suelo como buen Papa.
En el autismo entras de repente, sin quererlo, sin tener mucha idea de lo que es en la gran mayoría de los casos. Yo siempre lo he comparado con un sábado que te quedas dormido en el parque que está al lado de tu casa y te levantas en un parque de Bangladesh donde no tienes idea de nada.
Una vez que yo me vi con ese diagnóstico, me fui a mi casa llorando y sin saber que hacer; es muy importante que llores lo que tengas que llorar, pero que en paralelo empieces a moverte muy rápido en el mundo del Autismo.
Uno de mis grandes errores, y siempre lo reconoceré, fue estar de espaldas al autismo, como si eso no fuera conmigo. De nuevo te pondré un ejemplo, que entiendo es muy ilustrativo:
Imagínate que existiera la posibilidad de que tuvieras un hijo que hablara en alemán, con costumbres alemanas, con la cultura alemana, y tú por tu ignorancia, incompetencia, tus miedos o por lo que demonios sea, decidieras no saber nada de Alemania ni de lo que fuera alemán. ¿Sería absurdo verdad?
En cuanto sepas que tu hijo es una persona con autismo, tienes que empezar a ponerte las pilas en este mundo. Porque es la única manera de llegar hasta él lo más limpiamente posible.
Por otro lado esto no quiere decir que tengas que dedicar tu vida al autismo. Eso ya lo decidirás tú. Pero como mínimo has de saber qué es, cómo se comunica, qué características comunes tienen. Para ello tienes que apoyarte en los profesionales, en las asociaciones, en los educadores que son los que realmente saben de esto.
Pero además de esta ayuda, inimaginable, tienes que dedicar parte de tu tiempo a leer, a investigar lo que se dice del autismo. A estar al tanto de los últimos avances, de las ayudas que hay… todo ello te servirá para darle más calidad de vida a tu pequeño, que en realidad es lo que cualquier padre del mundo quiere.
Hay un hecho diferencial entre conocer o no conocer cosas básicas del autismo. Si conoces como funciona una persona con autismo, va a mejorar todo tu entorno. Es decir, no solo tú y tu hijo estaréis mejor, si no que conseguirás y verás como va cambiando tu entorno a mejor.
Lo lamento pero quieras o no, debes ponerte las pilas en el mundo del autismo. Y quieras o no, en cuanto el autismo te empuje, recoge el café que se te cayó y levántate para ver quien te empujó. Porque a partir de ese momento el autismo te va a seguir empujando y llegará el momento que con tu esfuerzo y con la formación adecuada, no sólo no te caerás si no que conseguirás que el que se caiga sea él.
Desgraciadamente quien eras antes, ya no importa mucho, importa quien eres ahora. La vida te ha hecho cambiar la respuesta a la pregunta ¿quién eres? A partir de ahora eres padre de una persona con autismo.
Cuando sepas de que va esto te va a enamorar y verás que tienes en tu mano la gran oportunidad de tu vida para ser feliz al lado de tu hijo que es una persona única y especial, que te va a enseñar miles de cosas que jamás imaginabas.
Bienvenido a este maravilloso mundo.
– Reflexiones de un autista.
Fotografía: David Martín
por F. Paredes | 6 Oct, 2017 | Lucas habla
Busco a alguien que sepa entender que mis manos se mueven al ritmo de la esperanza de poder decir alguna vez: ¡¡ Mamá!!
Busco a alguien que no espere que le pase la pelota cuando juegue conmigo. Alguien que sólo se ponga a mi lado gritando de alegría.
Busco a alguien que no le den miedo mis voces, ni mis carreras alocadas hacia ninguna meta en concreto.
Busco a alguien para compartir chuches, que sepa que no respetaré el turno y que a mí tampoco me gustan las que están duras.
Busco a alguien que entienda que jugando al escondite no esperaré a que cuente hasta diez y me esconderé detrás de la nada.
Busco a alguien que me invite a su cumpleaños sólo para verme y que no le moleste que cuando sople las velas yo esté solo en un rinconcito tapando mis oídos porque hay mucho ruido.
Busco a alguien que si me ve desnudo no se ría y que si miro a ninguna parte vea las mismas estrellas que veo yo.
Busco a alguien que me invite a su casa y que me invite a palomitas aun sabiendo que habrá más en el suelo que en mi boca.
Busco a alguien que me enseñe a besar y abrazar porque no sé hacerlo.
Busco a alguien que cuando esté conmigo no vea nada raro en miradas perdidas y en rabietas consentidas. ¡Alguien que sólo me vea como a un niño normal!
Pero sobre todo, busco a alguien que me cuide, que me acompañe y que me de un poco de su helado sin pedírselo.
¡¡BUSCO AMIGOS…!!
– Reflexiones de una autista
Fotografía: David Martín
por F. Paredes | 2 Oct, 2017 | Noticias
Escribir en una red social, concretamente en beBee, se convirtió para mí, en un principio, en una válvula de escape para la depresión que me estaba hundiendo en el lodazal más tremendo en el que nunca me he visto inmerso.
Empecé a escribir con la única intención de liberar mis cargas y enseguida los beneficios empezaron a tener un retorno ayudándome en mi lenta y costosa recuperación. Pero en todo este proceso, de aceptación y de duelo por el que estoy pasando, una luz brilló con fuerza y así apareció un propósito en mi vida:
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