¿Papá por que me quieres si tengo autismo?


Decir que te quiero por que eres mi hijo, es tan obvio como decir que el verano llegará después de la primavera.

Muchas veces los padres no sabemos expresar muy bien un sentimiento que solamente se siente por un hij@, y que no puedes experimentar de ninguna otra manera. ¿Si tienes dudas sobre tu posible culpabilidad lee este post? Pincha aqui

Pero no creo que sea la cuestión de no saber explicar ese sentimiento único e inigualable con nada ni con nadie

El autismo cuando hablamos de “querer a tu hijo” es cuando realmente puede llegar a perder fuerza. Porque es sólo en este ámbito cuando tener TEA se convierte en un factor multiplicador. Entonces ¿se quiere más a un hijo con autismo? Decir esto sería presuntuoso, comprometido y hasta cierto punto engañoso. Y yo ya no estoy aquí para engañar a nadie. Y por supuesto jamás para  engañarme a mi mismo.

Sin embargo, si consideras el amor hacia tu hijo como la suma de los siguientes factores:  la cantidad de veces que vas a luchar por él, más la cantidad de veces que va a depender de ti, más el tiempo que va a necesitar que estés a su lado, y todo esto multiplicado por todos los años de vida que vayáis a tener ambos, sin duda alguna el cariño, amor o sentimiento hacia tu hij@ con autismo puede llegar a ser algo más elevado que hacia otro hijo, que un momento determinado “volará”, tendrá su vida, y ya no te necesitará a su lado para seguir avanzando como persona totalmente independiente.

Una persona con autismo “gran dependiente” como es el caso de mi hijo va a necesitarme a su lado toda la vida. Tendré que estar a la derecha o izquierda de él, pues si no cuestiones tan básicas como pedir agua cuando tiene sed no podrá hacerlas. (mi hijo es no verbal).

Si tu hijo es no verbal te interesa leer esto. Pincha aqui

_______________________________________________________________________________________________________

IMPORTANTE

Enlace para información ley de dependencia Seguir leyendo

¿Qué dice la ley de dependencia?

Grado III de Gran Dependencia

El Grado III de Gran Dependencia es el máximo que contempla la Ley. Quienes tienen reconocida la Gran Dependencia se ven incapacitadas para realizar por sí mismas varias actividades del día a día y precisan de la ayuda de un cuidador varias veces al día.

Debido a la pérdida total de autonomía física, mental, intelectual o sensorial necesitan el apoyo indispensable y continuo de otra persona o precisa de apoyo generalizado para su autonomía personal.

En estos casos, el cuidador resulta imprescindible para realizar tareas esenciales como vestirse, asearse, desplazarse o comer.

Una persona con Gran Dependencia tiene una puntuación final del Baremo de Valoración de la Dependencia de 25 a 49 puntos.

_______________________________________________________________________________________________________

 

Como digo esto tiene dos caras, y yo prefiero hoy quedarme y hablar de la parte positiva. Hoy me apetece quedarme con la posibilidad que me ha dado la vida de tener a mi hijo a mi lado mientras viva. Eso querido compañer@ no lo puede decir todo el mundo.

 

Hoy prefiero disfrutar de saber que tendré a mi pequeño siempre a “mi vera” como dicen en Andalucía. Hoy prefiero pensar que soy afortunado porque podré dormir tranquilo sin esperar un whatsap de mi hijo que se fue de fiesta y que se quedó sin batería, y ya llevo horas sin saber de él. Hoy deseo ser positivo. Y deseo darle la vuelta a la cara oscura del autismo.

 

Hoy me quedo, con que mi hijo no canturreará el mantra de otros niñ@s: “Me aburro, me aburro, me aburro”. Mi hijo, se aburre como todas las personas del mundo, pero no puede decírmelo. ¿Parece bien poco que me conforme con esto? Pues no quitaré razón, pero no hay otra forma de verla. O quizás sí. Pero hoy quiero mirarlo así. Quiero ser conformista, quiero ser simple y ver las cosas buenas que me ofrece “el autismo”.

 

Mañana, no lo sé. Pero hoy quiero ver así al autismo, porque hoy entiendo que es la mejor manera de menospreciar a este trastorno que en su día tanto me quitó, pero que según avanza la vida, me doy cuenta que tanto me está enseñando.

 

Y el autismo se desarrolla así. Al principio es una gran ladrón, que roba la cosa más sagrada de un ser humano: la expectativa de que su hijo será como mínimo como los demás, si no mejor. Y ahí se hace grande. Y tú muy pequeñito.

 

Sinceramente creo que consiste en ir viendo poco a poco las cosas positivas, con el fin de ir quitándole tamaño al Trastorno a consta de ir ganándolo tú. Y eso sucede con tiempo. No sucede de la noche a la mañana.

 

Pero llega un día en que ya no te imaginas a tu pequeñ@ sin ser una persona con autismo. Y entonces aceptas quererle tal y como es.

 

Hoy quiero mirar a los ojos al autismo y decirle que no estoy solo, que tengo a mi familia, a mis amigos y a muchas familias azules que afilamos nuestras armas a diario contra él para luchar por aquello que más queremos que son nuestros pequeñ😘s.

 

Y esto no es una amenaza es una promesa: “No podrás con las familias azules, lucharemos hasta que nuestros hij😘s sean igual que el resto. Y te prometo que esta batalla la perderás”.

 

Fdo. Padre de una persona con autismo