De verdad pienso que no se debe volver a los sitios donde se fue feliz. Ni enamorarte de alguien que una vez lo hiciste. No hay mayor desgracia para un ser humano que busque en el pasado la felicidad.
La vida siempre está en el presente, ni siquiera en el futuro pues el que te puedas imaginar no se parecerá en nada al que realmente será. Por eso la vida está pasando ahora mismo, más allá de este minuto todavía no hay nada, lo que ocurrió ya terminó y nunca podrá ser igual si lo quieres volver a vivir.
Por eso nunca podrás beber la misma agua en el mismo río en momentos diferentes. Simplemente vive ahora pues lo que ocurrió se debe olvidar y lo que no pasó no debe imaginarse. Pensar que mañana irá mejor o que ayer lo hice mal es de gente sin grandes problemas. El tiempo es un invento humano y sigo pensando que lo inventó alguien para poder justificarse en la barra de un bar diciendo al tiempo que pedía tres tercios más: te quise ayer más de lo que te querré mañana…y entre tanto nunca quiso a nadie en el momento. Pienso.
Ahora es momento de integrar e incluir a los diferentes. Acercarles a nosotros y hacer de su día a día un día parecido o igual al nuestro.
Decir: mañana emprenderé una campaña para la integración del autismo o arrepentirte de que nunca lo hiciste es la excusa del tonto que murió de sed en el desierto pensando que podía haber cogido la cantimplora e imaginando que el oasis estaría cerca. Y no se dio cuenta que estaba lloviendo en ese mismo momento.
No montes películas de creiques y penseques, pues como decía un amigo mío, las tumbas de los cementerios están llenas de ellos. Creí que era mejor mañana… o pensé que ayer podía haber hecho algo… son excusas baratas, para no hacer nada hoy. ¡Ahora es el momento!
Para las cosas que no se hicieron o que se quieren para un futuro próximo es muy buena la compañía de pensamientos grandilocuentes cargados del veneno del autoengaño:
.- “Voy a correr diez maratones en tres meses a favor del autismo”
.-“Yo quería montar una red nacional de colegios de integración para los discapacitados intelectuales”
¡Por favor! no nos engañemos. Para eso sirven tres iluminados que Dios, si eres católico, o la evolución, si no crees en él, tocó con una varita mágica y son capaces de montar imperios y hacer grandes cosas para por la humanidad. El resto de los mortales somos normalitos más bien tirando a flojos o del montón.
Y por eso tenemos que hacer cosas, pequeñas cosas que suman. Incluir por ejemplo es intentar acercarte a mi hijo y que te mantenga la mirada un segundo. Eso hay una persona en mi barrio que lo hace. Cada vez que le ve, le llama e intenta acariciarle y que le mire un poquito de tiempo y la mujer se va tan contenta porque ha conseguido una milésima más que el día anterior.
Esa mujer está actuando en el “ahora”. NO busca excusas mediocres para autojustificarse de cosas que podría haber hecho o alimenta su ego con crear una Asociación que se llame SAVE LUCAS y le solucione la vida. Esa mujer integra en el presente, va y lo intenta.
Eso es lo que deberíamos de intentar nosotros, no sólo en el ámbito del autismo, sino en cualquier ámbito en el que quisiéramos hacer cosas.
Y así pasa el tiempo… con autojustificaciones y autoengaños que nos hacemos y que sólo sirven para poner nuestros pensamientos en el río del pasado y el mar del futuro, ahogando nuestro presente.
Por eso si quieres hacer algo, ¡¡hazlo ya!! ¡Ahora mismo! Deja lo que estés haciendo y ¡hazlo! Lo que quieras, ¡pero hazlo! NO empieces a imaginar o a arrepentirte, pues habrás encendido la mágica lámpara que nunca alumbrará las posibilidades que te da el AHORA.
Si quieres incluir a una persona con autismo hazlo ahora, mañana quizás sea demasiado tarde para ti y para él y no pasa nada por no haberlo hecho antes, pero ¡¡¡hazlo!!!
Yo ahora me voy a bañar a mi hijo Lucas, más que nada porque ayer no le bañé y no puedo esperar a mañana.
-Reflexiones de una persona con autismo.
Fotografía: David Martín
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