¿Y mi hijo no se enamorará nunca?

Te la cambio por ¿Tú sabes lo que es el amor para tu hijo con TEA?

 

¿Mi hijo no podrá nunca decirme que me quiere?

Te la cambio por ¿Crees que él amor de un hijo a un padre solo se puede expresar de una manera?

 

¿Mi hijo podrá ser feliz en un mundo que no le entiende?

Te la cambio por ¿Estás seguro que tu hijo no es feliz en un mundo que para él es diferente?

 

¿Podrá mi hijo salir adelante cuando yo no esté?

Te la cambio por ¿Y ese pensamiento no lo tienen todos los padres, tengan o no un hijo con TEA?

 

¿Podrá mi hijo trabajar en algo para que tenga sentido su vida?

Te la cambio por ¿Estás seguro de que sólo se puede llegar a la autorrealización por desempeñar un trabajo?

 

¿Podrá mi hijo tener descendencia?

Te la cambio por ¿Si no tienes descendencia pasa algo? Hay gente no TEA Que decide no tenerla.

 

¿Mi hijo alguna vez tendrá amigos?

Te la cambio por ¿Sabes que la amistad no es igual para todo el mundo y que la misma depende de cada uno?

 

¿Mi hijo nunca sabrás los años que tiene?

Te la cambio por ¿De qué sirve tener los años que tienes?

 

¿Mi hijo no tendrá deberes en el colegio como los demás niños?

Te la cambio por ¿Por qué no te fijas más en sus derechos?

 

¿Mi hijo no podrá nunca enamorarse ni besar a la chica de sus sueños?

Te la cambio por ¿Quién te ha dicho a ti que el amor pone límite a las personas con autismo?

 

¿Nunca podré enseñar a conducir un coche a mi hijo?

Te la cambio por ¿No crees que es mejor que le conduzcas en la vida?

[…]

 

Estas y otras muchas preguntas rondan siempre por la mente de los padres que tenemos un hijo con TEA. El hacerlas muy negativas o simplemente darles la vuelta y que no duelan tanto depende de nosotros.

Es humano hacértelas, pero no porque tu hijo tenga TEA, cualquier madre o padre se pregunta sobre el futuro de su hijo, sobre cómo será cuando ya no esté en casa, cómo serán los próximos años… y que esas preguntas y pensamientos no sirvan para hacernos daños, solamente depende de nosotros.

Por favor, no te hagas más daño del que debas con preguntas absurdas. Sobre todo porque las respuestas que ahora mismo tienen esas preguntas no se parecerán en nada a las que el futuro nos tiene preparadas.

 

Reflexiones de una persona con autismo


Fotografía: David Martín