Pues sinceramente no lo sé, pero también te digo una cosa realmente a mí no me importa que te importe. Soy consciente de que puedes pensar como quieras y obrar de cualquier manera, siempre que las consecuencias de lo que hagas terminen donde empieza el respeto hacia los demás.
Una vez dicho esto, que entiendo es el principio fundamental de la libertad individual, hay a “alguien” que no le importa mi condición. NO le importa que yo eche a correr, porque se tumbará y hará que no pueda cruzar la carretera. NO le importa que tenga una rabieta, porque hará todo lo posible para jugar alrededor mío y sacarme de ella. No le importa porque cuando esté solo, ella estará a mi lado. Sí, siempre a mi lado.
Y me cuentan que hasta dormirá conmigo. ¡Ummm! que gusto tenerla piel con piel. Así dormiré mejor.
Y ese alguien no juzga, solo quiere y ama de manera desproporcionada, sin esperar nada a cambio. Como aman los verdaderos profesionales del amor. Es amiga, confidente, acompañante, guía, colega, muleta y un sin fin de cosas más que solo van a aportar a mi vida paz y tranquilidad.
Todo el mundo dice y sabe que es duro al principio. Pero me imagino que igual que cuando llega un miembro nuevo a cualquier familia del mundo; hacen falta meses, pero luego todo encaja y todo fluye, y cuando eso sucede, dicen que son el mejor amigo del hombre. Bueno yo me conformo con que sea mi amiga.
Estoy contento, con ganas, muchas ganas de tenerla, y la verdad es que no sé cómo voy a reaccionar; como ya sabéis los que me conocéis, los nuevos estímulos no los llevo muy bien, y sacarme de mi rutina casi siempre es sinónimo de liarla parda; por eso, imagino, no será fácil, pero al final seremos como dos piezas de puzle que encajan. ¡Estoy seguro de ello!
No habla, igual que yo, pero ama y quiere igual que yo. Se hace entender, aunque muchos digan que no entiende, seguro que mi padre le va a hablar y le va a decir que me cuide mucho.
Y se sentará a mi lado, y jugará conmigo, y la querré.
Mañana viene mi perra, la que será mi amiga, la que cuidará para que no cruce, la que hará que ya no esté nunca solo en un mundo bueno, pero que no me entiende. Aquella que paseará a mi lado y dejará que la acaricie hasta que me quede dormido.
Sé que al principio no le haré mucho caso, porque yo soy así, al principio me cuesta mucho relacionarme, pero con paciencia y con constancia, yo sé que se convertirá en mi mejor amiga. Porque no se lo digáis a nadie, pero yo ya la quiero…
Se llama QUINOA y va a ser mi perra de Asistencia para autismo.
Reflexiones de una persona con autismo
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