Yo creo en ti, haz lo mismo por mí

No te creas que voy a cambiar,

ni quiero, ni puedo.

No te creas que soy girasol que se pone de espaldas al sol.

No te creas que mis manos bailan solas, juegan con pájaros de colores que solo veo yo.

No te creas que esquivo miradas al azar, solo es que no controlo mi atención.

No te creas que mañana empezaré hablar pues eso es un brindis al sol.

No te creas que no te quiero, solo que mis abrazos están atrapados en un mundo sin razón.

No te creas que mis caricias son el principio de una canción, pero tampoco las condenes a un oscuro callejón.

No te creas que sé más que tú porque necesito que pongas amor y paciencia, y verás como al final bailaremos al mismo son.

Yo creo en ti, haz tú lo mismo por mí.

Yo creo en ti, esta vez la última la pago yo.

Yo creo en ti, y mis manos son danzas de colibrí.

Yo creo en ti, y no necesito ninguna razón.

Yo creo en ti, y cuando sepa abrazar tendrás mil.

Yo creo en ti, y si no moriré de pena dejándome en mi camino lo que queda de mi corazón.

 

Por eso no te creas que voy a cambiar,

no quiero ni puedo.

Pero yo sí que creo en ti.

Haz lo mismo por mí.

 

Reflexiones de una persona con autismo