Ayer una madre de una persona con autismo se echó a llorar.

Coincidimos en el colegio de mi hijo. Creo que es venezolana o colombiana, por su forma de hablar. Es una gran mujer, la conozco poco pero estoy seguro que es una gran persona y madre excelente. El otro día como otros muchos subíamos en el ascensor y su hijo y el mío, son de la misma edad, 13 años, y sus conductas son muy muy parecidas.
Su grado de afectación en el TEA es muy parecido.
Pues bien, dejamos a los niños en el cole, y cogimos el ascensor para volver cada uno a nuestras tareas diarias.
En ese momento, se puso a llorar.
Ey, ey,ey ¿Qué pasa? Tranquila. Háblame. ¿Cómo te puedo ayudar?
Y creo que hice lo mejor que muchas veces se puede hacer, con nosotros “las familias a azules” y es escuchar.
Me contó que su pequeño, lleva hace más o menos dos meses, con un pico enorme de hiperactividad.
Le da por destrozar, pegar, golpear, no para en todo el día.
Me decía, que antes eso era unos minutos y luego se le pasaba. Le comenté que igual que mío. Que efectivamente nos tiene la casa destrozada, pero que no está en un pico constante de hiperactividad.
La pobre mujer lloraba y decía: mi marido se puso a llorar el fin de semana. No podemos más.
No podemos vivir así. Poco a poco se fue calmando.
Cuando se desahogó y empezó ya a no llorar y hablar mías tranquila. Le comenté que mi hijo era más o menos igual. Pero que evidentemente no está todo el día en una conducta así.

Por otro lado, le conté que mi hijo lleva desde septiembre volviéndose a mear y a jugar con la caca de manera muy constante. Le dije: a mi hijo le dejas solo en el salón de nuestra casa y cuando vuelves hay gran cuadro de mierda pintado en una pared, jajajajajaa ????aparecieron sus primeras risas.
Continué. Mi hijo hace tres semanas batió el récord de mearse y cagarse por toda la casa. Entre meadas y cagadas, lo hizo 13 veces. Pusimos 5 lavadoras ese día, y limpiamos la casa entera tres veces.

Ese día que mi hijo batió el récord mundial, eran las 23.30 de la noche y mi mujer y yo seguíamos limpiado. Nos habíamos levantado a las 6.30. Bueno, nos había levantado, a las 6.30, tenía que batir un récord claro, jajajajiaja

Y en ese momento de la noche mi mujer me miró y me dijo: esta vida es una mierda, y le dije: Nunca mejor dicho, ?????

Entonces mi amiga que antes lloraba ya reía. Y me dijo algo muy hermoso: Me gusta saber que no estoy sola y que hay niños igual que el mío. Me consuela, que alguien me escuche con circunstancias muy parecidas a las mías.

Muchas veces las familias azules necesitamos eso precisamente, que nos escuchen y que aparezca alguien que convierta nuestras lágrimas en sonrisas.

Ese día después de hablar ella se sintió un poquito mejor y yo a también

Viva el ser humano, y vivan nuestros príncipes y princesas azules
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