Hay gente que te invita a su cumpleaños, por puro compromiso y si no vas se enfada.

Hay gente que dice que la cerveza no le gusta nada con una en la mano.

Hay gente que piensa en verde, hace en rojo y siente en azul, y si les preguntas como son: te dicen: pues me considero una persona bastante sensata.

Hay gente que prefiere comer un boquerón para cenar y llevar los últimos vaqueros de moda.

Hay gente que te dice que les ponen los cuernos a su pareja porque creen en el poli amor, que se pueden enamorar de muchas personas.

Hay gente que defiende la diferencia a muerte, pero que si le preguntas ¿qué harías si tuvieras una hija o un hijo homosexual? te contesta: echarle de casa y que no volviera.

Hay gente que dice que no ayuda a los demás porque total para lo poco que se puede hacer… entonces prefiere no hacer nada.

Hay gente que se encarga de reventar una fiesta, de amargar una celebración y que luego se pregunta ¿no sé por qué estoy solo, es que no entiendo a la gente?

Hay gente que van por la vida diciendo que son muy discretas y que les gusta pasar desapercibidos, pero cuando hay una boda quieren ser el novio, si hay un bautizo les encantaría ser el niño y por supuesto el muerto en el entierro.

Hay gente que va al médico porque la analítica le sale mal en hígado y cuando el médico les pregunta ¿cuánto bebe? Dicen, lo normal, 18 cervezas al día.

Hay gente que te cuenta que van ayudarte en los momentos malos, que te sacarán del barro si estás en él y que serán la rama a la que agarrarte cuando llegue la riada, pero cuando llega el barro y el agua, ellos están tomándose una piña colada en una playa del caribe.

Hay gente que cree que la amistad es yo te doy una y recibo cien, tú estarás cuando yo te necesite y yo a lo mejor no estoy cuando te haga falta a ti

Hay gente que ayuda a los diferentes y gente que no.

Y gente, y gente, y más gente, y más tipos de gentes, y todas ellas respetables, y todas ellas opinables. Todos somos diferentes y esa es la grandeza del ser humano, que cada uno de nosotros somos inigualables, inimitables e irreproducibles. Cada uno somos de una manera de ser, mezclamos a veces el bien y el mal, la ignorancia y la sabiduría, la cobardía y la valentía, hacemos muchas cosas de cara a la galería o para que a nuestro ego no le falte agua en el desierto de nuestra soledad.

Pero aun así todos somos grandes, maravillosos y merecemos la oportunidad de ser respetados y ayudados si lo necesitamos. Tú puedes ser como seas, en el fondo eso siempre será algo tuyo y de nadie más. Tú ya sabes si obras bien o mal. En la soledad de tu habitación tú realmente sabes si eres o no una buena persona. Pero precisamente por eso, porque ese momento de soledad llega y te vas a preguntar si has obrado bien, ayuda a los que los necesita.

No hay mejor manera de llegar a la bondad que ayudar al más débil.

Reflexiones de una persona con autismo