El miope queriendo ver bien de lejos.

El gordo intentado llegar el primero a la meta.

La fea queriendo llevarse al guapo de secundaria.

La lavadora esperando que la tienda el manco y el balón deseando que le empuje a gol el  portero.

Las canas de la que se confundió casándose con él queriendo ser rubias y nuestros hijos esperando a que sus madres no tengan jornadas largas.

El pelirrojo esperando ser rubio, el albino esperando ser moreno y mientras tanto los negritos se juegan una vida mejor en un mar que no tiene piedad.

Y así pasan los días…

El anciano solitario esperando que sea su último día y el reo esperando que sea su primer día al sol.

Al que no miran esperando ser el centro de las miradas y al que todos miran deseando que le dejen en paz.

El fuerte y estilizado comiendo pollo y arroz y el que no tiene zapatos esperando que el camino se termine.

La guapa esperando un taxi ella sola y el feo cerrando los garitos.

Y así pasan los días…

El hortelano esperando que llueva y la familia pija sin saber qué hacer en Londres cuándo llueve.

Mi madre sin saber qué hacer con un nieto que es una persona con autismo y mis suegros que quieren hacer,  pero no sin padres.

Y así pasan los días…

Las medías esperando carreras y el rímel esperando que se corra.

Los calcetines esperando su agujero del dedo gordo y el diabético esperando su donut de chocolate.

Y así pasan los días…

Yo esperando que cuando te diga que te quiero tú me digas: y yo a ti.

Y así llegan las noches esperando un nuevo día…

Y así esperas cosas que no pasan nunca…

Y así pasan los días en el autismo.

 

Reflexiones de una persona con autismo